Este 2024 el presentador de televisión Carlos José Matamoros cumplirá 25 años de recuperación de su adicción a las drogas. Coincidencialmente es el mismo tiempo que viene desempeñándose en los medios de comunicación, entre tradicionales y digitales. Entre otros aspectos, dice, su trabajo en la televisión ha sido una especie de ancla en su rehabilitación, dándole un propósito que desea explotar por mucho más tiempo.

Este año también es muy significativo para su carrera, pues se reafirma como animador del programa BLN, La competencia, el cual regresa con la frente en alto gracias a la producción del canal mantense Oromar TV, después de una serie de controversias por atraso de sueldos con su anterior casa televisiva. Este retorno se figura especial, pues el reality show de convivencia y deportes marca su décimo año al aire, de los cuales cinco tuvieron a Matamoros al frente, al lado de su compañera de dupla Karin Barreiro. La nueva etapa del concurso se estrena este 7 de mayo y antes de que Matamoros se movilice a Manabí conversó con este Diario.

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¿Qué representa BLN para ti?

Estamos supercontentos de poder formar parte de este programa que está cumpliendo 10 años. Tengo una compañera muy capaz con la que hemos hecho un trabajo impecable. Con algo de mi experiencia he aportado a que el programa siempre sea entretenido y que, pese a que tenemos ciertos toques que son un poco para la gente adulta, que el contenido se ha mantenido bastante bien. Es un programa exitoso y seguimos creciendo, marcando récords de audiencia en redes sociales, con 150.000 personas en total viendo las transmisiones, 52.000 personas conectadas simultáneamente.

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En tus inicios fuiste por muchos años reportero de farándula. ¿Qué has aprendido de esta faceta y como conductor de reality shows?

Fui el primer animador de reality de competencia en el Ecuador y hoy creo que soy uno de los últimos que quedan. Aprendí mucho. La experiencia me ha dado la capacidad de hacer el contenido con los chicos digerible y me he perfeccionado como animador gracias a este tipo de programas, porque son bastante complicados, no cualquiera puede animar un reality bien, son muy pocos.

Es muy bonito animar realities, es muy divertido. Creo que es lo que Dios me mandó, Dios nos da a todos dones y talentos y nosotros honramos a Dios al ejecutar esos dones y talentos y vivir de ellos. Creo que este es el tipo de programa en el cual yo me considero un experto. Con Karin estamos haciendo lo que nos gusta y eso es importante.

¿Y extrañas ser reportero de farándula?

No, es un trabajo muy sacrificado, muchas personas te van a cerrar la puerta en la cara y sin ningún motivo. Es como en el ejército, el reportero sería el soldado, el que más sufre y el que más se esfuerza, el que más pelea. Pero al final, cuando uno va subiendo y escalando y llega a una posición importante, es satisfactorio.

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He tenido una carrera bonita, llena de triunfos y logros y espero que esa buena racha no se detenga. Han pasado 25 años de mi entrada a la televisión y después de tantos años pienso que las cosas me han salido bastante bien.

¿Extrañas ser parte de los programas de farándula?

Hay veces que no, porque trabajar en farándula es difícil, por lo menos por el tipo de farándula que se maneja hoy en día, no es de la que yo estuve acostumbrado. Siempre he sido un reportero que ha procurado no hacerle daño a nadie, no lastimar a las personas ni dañar su moral. Siempre fui un reportero divertido que trataba de hacer una entrevista amena.

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Te puedo decir que la farándula sí es bonita, sí es chévere, pero es un poco complicado cuando muchas veces por un comentario, que la gente suele tergiversar, te metes en problemas con gente que de repente tú estimas y eso es doloroso. Lo turro es que va a haber siempre situaciones y malentendidos.

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¿Con quién te ha pasado?

No conozco muy a fondo a Virginia Limongi y apenas creo que la he visto tal vez una o dos veces a lo largo de todos mis años de trabajo. Pero en algún momento di una entrevista y tomaron mis palabras, las tergiversaron, y lo hicieron ver como que si yo estuviese criticándola. Me dio mucha pena, porque ella se está perfilando para ser una de las grandes animadoras del futuro. Tiene muy pocos años en los medios y se ha destacado y ha hecho las cosas fantásticamente bien. Nunca quise decir nada malo... Pero es muy fácil manipular la información.

¿Podrías recordarnos tus inicios en televisión?

Me inicié como modelo realmente de un programa de playa que se llamaba Ukashaka y lo conducía Carlos Víctor Morales en Sucre Radio y Televisión. Fui modelo hace muchos años, iba al gimnasio tres horas al día. Fue una etapa linda. Luego empecé a animar un programa que se llamaba Farramanía, donde yo iba a discotecas a entrevistar a famosos... Marián Sabaté que veía mi programa me invitó a formar parte de Noche a noche con Marián y nació el Paparazzi. Después de cinco años con ella vino Conectados, en Gamavisión, y después vino Vamos con todo.

Hasta que se dio la oportunidad de animar Combate. La oportunidad me la brindó Gastón Carrera, un cerebro, un ícono de la televisión. Luego de Combate vino Soy el mejor en TC, después BLN en Canal Uno... El camino ha sido largo hasta llegar a estas instancias, siento alegría y agradecimiento. Todavía me quedan algunos años más con un micrófono en la mano.

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¿Qué expectativas tienes de esta nueva etapa en Oromar TV?

Va a ser una etapa de cosas fantásticas. Vamos a marcar un nuevo nivel. Es un canal relativamente joven, pero que es supervisto en Manabí y es un canal nacional igual. El solo hecho de tener un campo de 1.500 metros cuadrados, que en ningún canal se ha visto en la historia de este país, básicamente una cancha de fútbol, y mucho más que un megaestudio... Qué puede salir mal es mi pregunta, nada. El canal es fuerte y económicamente solvente, que es lo importante.

¿Cómo se resolvió el atraso de los pagos con Gama TV?

En Canal Uno vivimos un problema similar, nunca se me pagó cinco meses de sueldo. Y con Gamavisión también existe una deuda que no se ha pagado. Esperemos con la bendición de Dios que se pague, porque trabajamos de manera honrada y mucho más cuando estamos hablando de un canal que pertenece al Estado. Quiero pensar que esto solo ha sido un retraso y que sin ningún problema nos van a pagar nuestro dinero.

A principios del año contaste que habías regresado a una clínica de rehabilitación. ¿Qué te llevó a tomar esa decisión?

Muchas personas ignoran, y es comprensible porque no todo el mundo ha estado en una clínica de recuperación, piensan que si fui a la clínica es porque volví a consumir, pero nada está más lejos de la realidad. La clínica está ahí justamente por un motivo. Cada vez que tú sientas que necesitas ayuda para evitar llegar al consumo, puedes acudir a la sala de terapias. Es como cuando una persona se siente mal y va al psicoterapeuta o va al psicólogo. Fue lo que yo hice al internarme un mes.

No te voy a negar que mucho tuvo que ver todos estos años cuando salí de Canal Uno, por los problemas que hubo. Experimenté una caída económica bastante complicada y difícil. Me pasó algo similar en Gamavisión, toda esta presión va a uno haciéndole mella. Cuando tú no estás bien, el proceso de recuperación se vuelve el proceso de recaídas. El hecho de que no haya consumido no significa que no haya estado en el camino de hacerlo.

Pero en el momento en el que un adicto, que conoce su cuerpo, conoce la enfermedad y sabe cómo tratarla, pero siente que está yendo por el camino equivocado, lo que debe hacer como un adicto responsable por su vida y su recuperación es evidentemente ir a la clínica, para evitar que cualquier situación negativa prospere. Este año, el día 10 de septiembre, cumplo 25 años sin consumir ningún tipo de sustancias, drogas, alcohol, nada.

¿Qué te ha ayudado a no recaer, qué ha sido tu roca en estos 25 años?

Una de las cosas más importantes que he tenido para mantenerme sobrio ha sido mi hija, mi familia. Cuando consumía, lastimé mucho a la gente que amaba, a quienes me cuidaron, como mi mamá, mi abuelita, mi tía. Mantenerme parado ha sido en gran parte por ellos y por mí también, porque comprendí que la enfermedad es complicada y que uno no puede descuidarse. Imagínate, yo entré a rehabilitación y luego de eso entré en la televisión. Es como que si Dios me preparó para que no haya distracciones en mi vida.

Te refieres a tu hija Gabrielita.

Me hice papá muy joven, tuve a Gaby cuando tenía 20 años, de hecho ella cumplió 28 en febrero y yo 48. Me convertí en papá y entré a rehabilitación cuando mi hija tenía más o menos 4 o 5 añitos. Quería darle un padre que pudiera compartir con ella, no quería darle alguien que ella diga ‘el papá borracho, el papá drogadicto’, no quería avergonzarla. Claro, su papá sí es un poco revoltoso (risas), pero no es un adicto.

¿Y cómo te va con tu otro hijo, Carlitos José?

Es un poquito complicada la historia, porque no lo veo mucho. Sin embargo, sigo cumpliendo con mi deber de padre, pasando su pensión alimenticia. Ya tiene 19 años, está estudiando, está convirtiéndose en un profesional. A lo mejor es malo que lo comente, pero he tratado de darle lo que no tuve cuando era niño, no tuve un padre que se ocupe de mis estudios, que se ocupe de mí. Creo que estamos en esta vida para corregir esos errores. Es complicado el tema de Carlitos, pero el cariño de su padre está y el apoyo también, al menos en lo económico.

¿Cómo está tu vida amorosa?

Dejé de exponer mi vida sentimental en los medios hace algún tiempo y así estoy contento. Retomé una relación con una persona a la que quiero mucho y estamos felices, con una tranquilidad y una paz que viene de no exponer la vida personal, porque cuando lo haces es como alborotar un avispero y eso acarrea que la gente opine y no con buena onda. Muchas veces la envidia es más poderosa que los buenos deseos. Ahí empiezan las cosas a salir mal. Eso no significa que me esconda, no me estoy escondiendo. Si se meten en mis redes y ven la foto, sabrán quién es.

¿Qué opinas de que estén nombrando a figuras de pantalla en el caso judicial Metástasis?

Te la voy a responder con un viejo y conocido refrán que mi mamá y mi familia siempre me lo decían: “Prefiero ser pobre, pero honrado”. Cada quien se gana la vida como puede, cada quien hace lo que su conciencia le dicte como correcto. No me meto en cosas ilegales, no hago nada que esté en contra de la ley o en contra de la moral. No estoy afiliado a ningún tipo de bandas ni estoy buscando enriquecerme de manera ilícita. Si tengo un dólar, tengo un dólar, pero si para multiplicarlo y tener 10 dólares significa que tenga que romper la ley y arriesgarme a perder mi buen nombre y mi libertad, prefiero quedarme con un dólar. (E)