Cuando el azúcar en la sangre está muy por encima de los niveles normales, la persona es diabética. Dicho de otra manera, la glucosa es la principal fuente de energía para el cuerpo y aunque el organismo puede producirla, también proviene de los alimentos consumidos.

En este procedimiento, el páncreas se encarga de producir la insulina para ayudar a la glucosa a entrar en las células que viajarán por el organismo y le dan energía al cuerpo. Con diabetes, la persona tiene tres probabilidades: no producir nada de insulina, no generar la suficiente o no usarla correctamente.

Sea cual sea, el resultado siempre será el mismo: la glucosa se queda en la sangre y no llega a las células. En este caso es importante controlar esta enfermedad incurable, ya que de no hacerlo, una gran cantidad de órganos y hasta la vida corren riesgo, explica el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales.

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Es importante cuidar el nivel de azúcar en la sangre | Foto: Freepik

¿Qué síntomas de la diabetes se manifiestan en la piel?

Tal como a otros órganos, la diabetes también afecta la piel. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades cuando esto se hace evidente, es signo de que los niveles de azúcar en la sangre han estado demasiado altos en el transcurso de un tiempo. Estos síntomas pueden manifestarse incluso antes de que el paciente reciba un diagnóstico.

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Estos son algunos de los síntomas que se pueden presentar en la piel de alguien que sufre de diabetes, y cómo se pueden tratar o prevenir.

Acantosis nigricans: es una mancha oscura o una franja de piel aterciopelada que puede aparecer en pliegues del cuerpo como el cuello, las axilas o la ingle. Incluso en las manos, los codos o las rodillas. Es causada por la resistencia a la insulina, aunque es común en personas obesas. Hay cremas para tratar las manchas, pero lo mejor será ir al médico.

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Dermopatía diabética: también es conocida como “manchas tibiales” o “manchas en las canillas” y no son dañinas. Se presentan como manchas redondas o lineales de color rojo o marrón en la parte frontal de las piernas (canillas), estas no duelen, no pican ni se abren. No necesita tratamiento.

Necrobiosis lipoidea: son manchas amarillas, marrones o rojizas en la piel. Al principio se muestran como bultitos parecidos a granitos y a medida que empeora, estos se convierten en placas de piel hinchada y dura. Pica y duele. No tiene cura, se pueden controlar los signos y síntomas.

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