La Ley de Simplificación Tributaria entró en vigencia a fines de diciembre pasado y aunque muchas de sus reformas en materia tributaria económica aún no se aplican en su totalidad, las empresas buscan claridad que les permita medir los efectos positivos o negativos que pudieran generar en sus respectivas organizaciones.

En este marco, un grupo de representantes de empresas repasaron el miércoles los aspectos más importantes de esta ley con expertos de la firma de abogados Pérez Bustamante & Ponce, en un taller organizado por el Grupo Spurrier en la UEES de Samborondón.

Juan Gabriel Reyes y Nicolás Maldonado, socio y asociado sénior de la firma, respectivamente, concentraron sus intervenciones en las principales reformas, como nuevos tributos, el impuesto a la renta, los dividendos, el IVA, el ICE, el impuesto a la salida de divisas (ISD), entre otras.

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Según Marcelo Ayala, contador de la empresa Norlop Thompson, la reforma de los dividendos podría generar mayores impactos en las empresas que tengan socios extranjeros.

“Es lo que más nos impacta en lo que es el sector que tenemos nosotros”, sostuvo Ayala, quien agregó que existen expectativas de las empresas debido a que no hay información clara de ciertas reformas por parte de las autoridades.

Reyes, quien señaló que a pesar de que la afectación a las empresas desde el punto de vista de liquidez ha sido mínima con la reforma, reconoció que hay preocupación en ciertos temas “como los dividendos que se pagan a empresas extranjeras que antes no estaban gravados, ahora lo estarán”.

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Otra reforma que llamó la atención fue la creación de un impuesto único a las actividades agropecuarias, similar al que se maneja con el sector bananero, con tarifa de progresión del 0 % al 1,8 % para productores y venta local y del 1,3 % al 2 % para exportadores respecto del valor de ventas brutas.

Sin embargo, resaltó que también hay beneficios como el de la eliminación del anticipo al impuesto a la renta. En cuanto a los dividendos, la norma aplica una retención para accionistas del exterior del 25 % sobre el ingreso gravado, que corresponde al 40 % del dividendo distribuido.

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Mientras, para personas naturales residentes en el país la retención será de hasta el 25 % y el impuesto pagado por la sociedad correspondiente al dividendo dejará de considerarse crédito tributario.

El taller se replicará este jueves 30 con empresarios, en el Swissôtel de Quito. (I)

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