Hace un mes Yanbal inauguró 476 paneles solares en su planta de distribución en Alóag, entonces en el país ya se había declarado oficialmente el fin de los apagones, aunque volvieron el 16 de abril y ahora esos paneles son indispensables para hacer frente a los racionamientos eléctricos, además de generadores.

Esa generación cuando se inauguró en marzo pasado se proyectó en 380.000 kWh por año, remplazando en un 36 % el porcentaje de consumo de energía total de Yanbal Ecuador. No cuentan con baterías para almacenar la energía en el caso de su planta de distribución, sino que la generan y envían al sistema público. Y tienen generadores de energía en su planta de fabricación, oficinas administrativas en Quito y en su centro logístico en Guayaquil.

Yanbal encendió 476 paneles solares que abastecerán 100 % de energía a su centro de distribución

Xavier Granja, director legal y sostenibilidad de Yanbal Ecuador, señala que para mantener sus operaciones han dependido de sus generadores y al emplearlos han tenido un incremento en los costos de generación de energía, pero que gracias a ello no han visto afectada su operación. Buscan operar con la mayor eficiencia y ahorro energético posible.

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Explica que el impacto principal se da por el consumo de diésel para el funcionamiento de los generadores. Por otra parte, para no afectar su operatividad normal, motivan a los teletrabajadores a usar sus instalaciones que cuentan con generadores, pues en sus hogares no van a tener servicio de energía eléctrica debido a los cortes que se programan a diario y se dan dentro de los horarios regulares de trabajo.

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La cadena de tiendas Tía también cuenta con una planta fotovoltaica ubicada en el centro de distribución en Calacalí, en Quito, con lo cual provee de energía a todo el centro de distribución. Frente a los racionamientos dados en las últimas semanas, señalan que todos sus 257 locales a nivel nacional cuentan con capacidad de autogeneración y abastecimiento que les permite garantizar todas las condiciones para que sus trabajadores desempeñen sus actividades con total normalidad y sus clientes puedan realizar sus compras habituales.

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Desde el sector de telecomunicaciones, Claro indica que está autoabasteciendo el 25 % de su demanda total de energía eléctrica con fuentes renovables de hidroeléctricas privadas, y que pone todo su contingente para la continuidad del servicio. De forma paralela a la adquisición de energía hidroeléctrica ejecuta programas para reducir el consumo energético y aumentar la eficiencia de su operación, mediante la modernización de equipos con tecnologías eficientes.

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Claro destaca que la suma de estas acciones aporta al esfuerzo compartido de mejorar las condiciones de abastecimiento energético del país, además de disminuir la huella ambiental de la empresa con una reducción de más de 7.700 toneladas de CO2 anualmente.

Cómo aportan otros sectores productivos

En otros sectores productivos también se autoabastecen para ceder el uso de energía a la ciudadanía. El aporte de las mineras se da al salirse del sistema interconectado y de industrias de cerámica, dejando de percibir el gas natural del Campo Amistad para que ese combustible vaya a Termogás Machala y genere al menos 25 MW más para el sistema interconectado.

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Desde el 26 de abril la mina Mirador empezó a trabajar con una sola línea de producción, lo que significa que aportará 33 megavatios a la red nacional de electricidad. Mientras que Fruta del Norte utiliza sus propios generadores en horarios críticos, lo que abastece aproximadamente 6.000 kW (6 MW), aliviando al sistema nacional interconectado (SNI) en esta potencia, eso implica costos logísticos y operativos adicionales que son asumidos por la compañía.

Desde el Ministerio de Energía se ha indicado las pérdidas que está teniendo el sector productivo: $ 12 millones por cada hora sin energía, lo que al día resulta en $ 72 millones.

La Cámara de Industrias y Producción (CIP) detalla esas estimaciones identificando al comercio con pérdidas diarias de $ 30 millones en ventas, en el sector industrial se pierden $ 14,1 millones en producción al día y $ 12,6 millones en exportaciones con base en un promedio de seis horas sin el suministro eléctrico. Además, la demanda promedio del sector industrial es del 23 % del total de energía que se produce en Ecuador, por lo que se ve principalmente afectado por la crisis energética.

Estos datos se trabajaron en conjunto con las cámaras de Comercio y de Industrias de Guayaquil y la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor). (I)

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