Con el incremento del impuesto al valor agregado (IVA) el gas para uso doméstico se incrementó de $ 1,60 a $ 1,65 en los Depósitos de Distribución del gas licuado de petróleo (GLP) en cilindros, es decir, ese es el precio oficial de venta al público.

Sin embargo, esos 5 centavos de más se convirtieron en 25 cuando el cilindro llegó a la casa de Fany Lazo, pues ella lo pide a domicilio en Guayaquil y antes pagaba $ 3 por el producto y la entrega y este martes 2 de abril el vendedor le informó del nuevo precio: $ 3,25 y si va al local se lo vende en $ 2,25.

En Azuay, en cambio Teresa comenta que a domicilio el costo antes de incrementar el IVA al 15 % era de $ 2,50 y que ahora es de $ 2,55. Mientras que Carlos cuenta que en su caso acostumbra ir al local en donde venden el gas, que ya está afuera del área urbana. Dice que se acercó el fin de semana, pero le indicaron que ya no le cobrarían $ 1,80 que era regularmente, sino que el valor subió a $ 2.

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Así los valores varían dependiendo de la ciudad, sobre todo si la entrega es a domicilio.

La representante de la Asociación de Comercializadoras de Gas (Asogas), Laura Acuña, explica que la comercialización del GLP para uso doméstico en Ecuador comprende tres etapas: Petroecuador, las comercializadoras de GLP y la cadena de distribución.

  1. Petroecuador importa, produce y entrega a las comercializadoras para que envasen.
  2. Las comercializadoras envasan y entregan a la cadena de distribución.
  3. La cadena de distribución entrega el producto al usuario final, sea en el local de venta o a domicilio.

Acuña explica que el nuevo precio oficial de $ 1,65 es invariable en el local y si en el supuesto no consentido de que estuvieran vendiendo sobre ese precio en el local de distribución se puede llamar al 1-800 lo justo de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales No Renovables (Arcernnr) y realizar la queja respectiva, porque la disposición legal es muy clara: “no excederá de $ 1,65″.

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Tras el incremento del IVA, la Arcernnr ha estado realizando operativos de control para verificar la actualización de los precios de venta oficial de GLP en los dépositos de distribución, según público en su cuenta de X la tarde del martes de 2 de abril.

Los operativos se han realizado, de acuerdo con la entidad, en provincias como Esmeraldas, Pichincha, Carchi, Tungurahua y Azuay.

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La representante de Asogas indica que que no está regulado es el precio de entrega a domicilio y se trata de una relación entre el distribuidor y quien compra, es decir, con los ejemplos antes mencionados, Fany y el vendedor. El distribuidor le dice: ‘bueno yo le voy a cobrar $ 3′ y el usuario, en este caso Fany: dice: ‘sí’, y es la que está “aceptando esa relación”, con factores que se deben tener en cuenta: la entrega es en la planta baja o alta, está en una zona de difícil acceso, etc.

Al ser parte de los comercializadores, Acuña indica que no entregan al usuario final, pues de eso se encargan los distribuidores. “La comercializadora le entrega al distribuidor con una gama de diferenciación de precios en función de varios parámetros que no le hace igual a uno que a otro distribuidor”, afirma.

En esos parámetros -explica- está la distancia, si el distribuidor tiene transporte propio o la comercializadora absorbe el transporte y la entrega, por lo que “no hay un precio definido” y lo que se ha hecho es que en las facturaciones actuales, en el precio que ha estado adquiriendo el distribuidor se le ha incluido el diferencial del IVA del 12 % al 15 % y es “el que se recoge para el Estado no es que queda donde la empresa”.

Agrega que desde la comercializadora “nada de gas sale sin factura electrónica, pues la ley es muy clara, todo va con factura electrónica, es muy transparente, ahí verificarán los señores en el Servicio de Rentas Internas (SRI) con el cruce de facturas que quieran hacer y que las empresas lo único que han hecho es aplicar la normativa legal y no más de eso“.

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Acuña indica que se debe tener en cuenta a nivel internacional el costo del producto, en este caso el gas, “es bastante más costoso”, aproximadamente $ 15, y en eso también considera “el trabajo que hacen los distribuidores”.

Añade que “habrá quienes no tengan una línea adecuada”, pero que “serán casos excepcionales, la mayoría están en el negocio muchos años y tratan de mantenerse en forma armoniosa”.

En ese sentido, indica que “hay una buena relación entre distribuidores y comercializadores” porque tratan de que “todo se haga de la forma más ponderada posible, soy muy respetuosa con los distribuidores porque entiendo el trabajo que les toca, llueva, haga sol, están prestos a entregar el producto en el momento que necesite el usuario”. (I)