Todo padre quiere lo mejor para sus hijos. Ese es el pensamiento de Yecson Preciado, exboxeador, con más de dos décadas de experiencia en ese campo, que trata de buscar cada día un ingreso para alimentar a sus cuatro hijos.

Pero sus luchas no empezaron en el cuadrilátero, sino que las vivió en las calles a sus 12 años cuando abandonó su casa. Su padre lo golpeaba y decidió huir.

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Mi papá me pegaba mucho cuando era pequeño y entonces decidí irme de mi casa. No me gusta que maltraten a los niños”, cuenta Preciado, quien experimentó lo amargo y peligroso del amanecer y anochecer en las aceras.

Afortunadamente eso no duró mucho, una familia lo recogió y crio. A ellos les dijo que quería ser boxeador y lo apoyaron. Así fue como Preciado se inició en este oficio.

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Entonces, se colocó los guantes, protectores bucales, el cabezal y en cada golpe fue sacando aquel maltrato que recibió. Con los años su nombre era más conocido y llegó a ser apodado como el Destructor Preciado.

En la adultez pasó de estar en el ring a ser entrenador. Trabajó para el Ministerio del Deporte en el gobierno de Rafael Correa y cuando esta administración finalizó, su trabajo también.

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Yecson Preciado junto a niños que entrega en Trinibox, una escuela al sur de Guayaquil. Foto: Cortesía Yecson Preciado.

En ese entonces preparó a cientos de niños y jóvenes, algunos que fueron campeones nacionales y otros ganaron medallas en el exterior. Por ejemplo, preparó a Anthony Reasco, quien ganó medalla de bronce en Colorado Springs (Estados Unidos). A este listado se unen Sergio Mina, quien clasificó al internacional de boxeo en Argentina; Anthony Vivero que estuvo en el mundial juvenil en Polonia; Jampier Hurtado que ganó medalla de plata en el Sudamericano de Box celebrado en Rosario, Argentina, y así hay más, dice Preciado.

Uno de sus últimos orgullos es Sheila González, de 13 años, campeona de los Juegos Nacionales de Menores en Guayaquil.

Preciado actualmente está separado de su esposa y él cría a sus hijos y una nieta en un sector popular de Guayaquil. Hace seis años, aproximadamente, su ingreso económico se ha visto afectado, al punto que ya no envía a sus hijos menores a la escuela.

“A los dos pequeños no los puedo mandar porque usted sabe que en la escuela cada quien está con su comida (los estudiantes) y mis hijos van a estar mirando porque se van sin desayunar hasta las 12:00 que vienen a la casa. No tengo dinero para comprarles el lunch”, dice el padre de familia.

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El hombre tiene deudas que no ha logrado cancelar. “La otra semana me cortaron el internet porque no tenía cómo pagar. Tuve que llamar a Diego Arcos (periodista de TC Televisión), porque es mi seguidor, él me conoce y me mandó $ 60″, dice y añade que durante el inicio de la pandemia del COVID-19, como tenía una tarjeta de crédito la usó para comprar comida para su familia y esa deuda la mantiene.

Y no es lo único, la casa no la ha podido terminar. Desde el 2014 inició su construcción y ahora le falta asegurar bien el techo y una pared. “Yo pienso en el invierno. Me falta la pared de un cuarto porque la tengo con la del vecino y no tengo para ponerla. Pero vamos para adelante gracias a Dios”, señala el exboxeador, quien trata de mantener intacto su sueño: entrenar a niños.

Él tiene una pequeña escuela llamada Trinibox, donde van entre 30 a 40 menores para aprender del deporte. Preciado no quiere que estos niños busquen la droga.

“Tener alumnos en la escuela es otra complicación más porque la mayoría de los niños ya no quieren saber nada, sino que ellos quieren andar con sus pistolas. Ese es otro trabajo más que tengo, de terapiarlos”, cuenta.

Preciado no quiere dejar de enseñar, pero su otra realidad, de cómo conseguir el alimento diario, lo obliga hasta salir de casa por las noches. Lo hace para prestar dinero a los vecinos, o como las personas ya lo conocen le dan una fundita de arroz, huevos o sardina. E incluso, por las mañanas, va al mercado para buscar alimento para su perro, su amigo incondicional.

Yecson Preciado junto a Jampier Hurtado que ganó medalla de plata en el Sudamericano de Box celebrado en Rosario, Argentina. Foto: Cortesía Yecson Preciado.

A Preciado se le quiebra la voz cuando se refiere a la Navidad. Dice que es un favorito, pero que este año será muy distinto porque en su mente rondará la pregunta que se hace a diario: ¿cómo sacar adelante a sus hijos?

“No sé (cómo hacer), así mismo será en abril para las clases. Antes (en la Navidad) había ropa, caramelos (para los niños). Todo eso acabó”, lamenta el Destructor.

Protagonista en documental

Yecson Preciado y sus alumnos participaron en Siguiente round un documental lanzado en 2018 que mostraba uno de los barrios más conflictivos de Guayaquil.

Esa historia se basó en dos adolescentes que luchaban por salir adelante bajo la guía de su mentor, un exboxeador que busca reivindicarse ante la vida.

También se ve el desarrollo de los jóvenes, desde sus primeros entrenamientos hasta convertirse en campeones nacionales.

Fue dirigida por Ernesto Yitux y Valeria Suárez Rovello y tiene una duración de 82 minutos. (I)