La policía rusa ha detenido este viernes a más de 100 personas en catorce ciudades de este país durante la jornada de despedida del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, que fue enterrado tras morir hace dos semanas en una prisión ártica.
Según OVD-Info, organización que vela por los derechos de los detenidos, las ciudades con mayor número de detenciones son Novosibirsk, Yekaterimburgo y Moscú.
La policía también practicó detenciones en Voronezh, Kazán, Nizhni Nóvgorod, Vladikavkaz, San Petersburgo, Ulán-Udé y Sochi, entre otras.
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Entre los detenidos esta el vicepresidente de la filial moscovita del partido opositor Yábloko, Andréi Mórev, arrestado por la policía en el metro de Moscú tras el sepelio, indicó OVD-Info.
Según declaró Mórev al canal de Telegram Mozhem obyasnit (Podemos explicar), los agentes del orden lo detuvieron junto a un colega en la estación de Máriino, cercana al cementerio y de momento no le han presentado cargos.
Otras dos personas fueron detenidas en las inmediaciones del camposanto, según informó el periodista Alexandr Pliuschev y el canal de Telegram Avtozak Live, dedicado a informar sobre detenciones.
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Según el canal, uno de ellos fue arrestado después de gritar “¿Quién mató a Navalni?”
En la estación de metro Liublinó, a dos estaciones del cementerio, fue detenido al exvicepresidente del movimiento PARNAS, Mijaíl Shnéider, según OVD-info.
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En varias ciudades europeas, decenas de personas armaron memoriales en homenaje a Navalni. Las muestras de condolencia se evidenciaron en ciudades de Alemania, Portugal, Italia, República Checa, Croacia, Francia, España, etc.
Las exequias tuvieron lugar dos semanas después de la muerte del opositor de 47 años, el 16 de febrero en una prisión en el Ártico en circunstancias todavía por esclarecer.
Sus colaboradores, su viuda y las potencias occidentales acusan al presidente Putin de ser responsable de su muerte. El Kremlin niega las acusaciones.
Muestras de respeto
Decenas de miles de rusos acudieron hoy, con flores en las manos y gritos de “Rusia será libre”, “Rusia sin Putin”, “Navalni”, “Liosha (diminutivo de Alexéi), estamos contigo”, al entierro de Navalni en el cementerio Borísovo de la capital rusa.
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Las colas para despedirse de Navalni se extendían por varios kilómetros, escenas que no se veían en este país desde hacía muchos años. En previsión de una muestra de afecto tan multitudinaria, la iglesia ortodoxa de Máriino amaneció rodeada por un cordón policial sin precedentes integrado por cientos de agentes del orden.
Pese al intenso operativo policial la despedida fue pacífica. (I)