El yoga, una práctica milenaria con múltiples beneficios para la salud, es especialmente valioso para las mujeres de 50 años que buscan fortalecer sus huesos.

Stretching, la práctica que ayuda a aumentar la flexibilidad muscular y combatir la artritis, ¿en qué se diferencia del yoga?

Durante la menopausia, el cuerpo pasa por muchos cambios. Uno de los más importantes es la disminución de estrógeno. Esta hormona actúa facilitando la función de los osteoblastos que son las células responsables de la formación de huesos.

La actividad física durante la menopausia es fundamental.

Cuando llega la menopausia y los niveles de estrógeno bajan, las células que descomponen el hueso, llamadas osteoclastos, se vuelven más activas. Esto puede hacer que los huesos se vuelvan más frágiles y porosos, lo que aumenta el riesgo de fracturas, destaca el Instituto de la Menopausia.

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La práctica regular de yoga no solo ayuda a mantener los huesos y la musculatura, sino que también contribuye a prevenir otros problemas de salud. Por algo la actividad física siempre es recomendada para evitar enfermedades.

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¿Cómo ayuda el yoga en la menopausia?

El sitio web Mujer Hoy destaca algunas posturas de yoga ideales para mujeres mayores de 50 años, las cuales son beneficiosas para fortalecer distintas partes del cuerpo.

1. Postura de la plancha

Practicar la postura de la plancha es excelente para construir fuerza y estabilidad en los músculos de las muñecas, brazos, hombros y abdomen.

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Para realizarla correctamente, se deben extender las manos directamente bajo los hombros como si se preparara para una flexión.

Las piernas se extienden hacia atrás, manteniendo una alineación recta desde los tobillos hasta las rodillas, caderas y hombros, evitando elevar o hundir las caderas, explica Mujer Hoy.

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2. Perro boca abajo

La postura del perro boca abajo es beneficiosa para la movilidad de tobillos, caderas y hombros, y también fortalece brazos y hombros.

Para realizarla, se coloca en cuatro patas con las muñecas alineadas bajo los hombros. Luego hay que estirar las piernas hacia atrás hasta que el cuerpo forme una línea recta con los pies al ancho de las caderas y se forme una V invertida con la figura.

3. Postura de la silla

Es una de las más completas porque, de acuerdo con Mujer hoy, se trabaja los músculos cuádriceps de los muslos, así como muchos músculos de la espalda y los hombros.

Para hacerla hay que comenzar con los pies a la anchura de las caderas. Luego, al inhalar, elevar los brazos hacia el techo y al exhalar, flexionar las rodillas como si fueras a sentarse en una silla. Hay que mantener la posición durante varias respiraciones antes de volver a ponerse de pie. (I)

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